miércoles, 11 de mayo de 2011

Las serpientes

Las serpientes se caracterizan por la ausencia de extremidades y cuerpo alargado. Algunas poseen mordeduras venenosas, que utilizan para matar a sus presas antes de ingerirlas. Otras serpientes, matan a sus presas por constricción.

Se reconocen 456 géneros y más de 2.900 especies. Evidentemente, las serpientes derivan de algún tipo de lagarto, pero los detalles concretos de su origen no están claros.

La piel de la serpiente está recubierta por escamas. La mayoría de las serpientes utilizan escamas especializadas de la parte ventral para desplazarse, aferrándose con ellas a las superficies. Sus párpados se encuentran permanentemente cerrados, pero son en realidad escamas transparentes. Las serpientes cambian de piel periódicamente.

La locomoción se realiza mediante ondulaciones laterales del cuerpo; las escamas ventrales ensanchadas de muchas serpientes impiden el deslizamiento. Algunas serpientes, también mediante movimientos musculares de las escamas ventrales con su cuerpo extendido casi en línea recta.

El esqueleto tiene muchas vértebras, 200 en las víboras y 400 en las pitones.

Las Cobras

Cobra es el nombre común que se le da a un grupo de serpientes venenosas. Pertenecen a la familia Elapidae.
Esta especie de serpientes suele vivir en el sur de Asia, África y Filipinas.
Las cobras son famosas por su aspecto y su mordedura. Son fáciles de reconocer ya que se caracterizan por tener una especie de caperuza que despliegan cuando se sienten amenazadas o molestadas.
Su alimentación se basa en roedores y aves principalmente. Los captura inyectándoles su veneno a través de sus colmillos.
Hoy en día existen antídotos a su veneno, lo que ha reducido el número de muertes.
Además de inyectar su veneno a través de la mordedura, algunas especies pueden escupirlo al comprimir los músculos que tienen en los colmillos y expulsarlo con fuerza y rapidez al exterior.
Las que suelen hacer esto son las cobras occidentales y dirigen su veneno apuntando a los ojos de sus víctimas.

Las serpientes Cascabel

El cascabel es una característica de las serpientes venenosas, en especial de las víboras del género Crotalus (víboras de cascabel) y sistrurus (cascabeles enanas).
El cascabel es una estructura córnea situado al final de la cola de la serpiente. Es un conjunto de pequeñas partes no fijas y auq al agitarse provocan el sonido del cascabel.
Algunas personas creen que el número de lóbulos o partes del cascabel corresponden con su edad, pero esto no es así.
Cada vez que la serpiente muda la piel, se añade un lóbulo más, y una serpiente muda más de una vez al año.
Además, el cascabel no suele superar el número de diez lóbulos ya que se pueden perder o romper con los movimientos de la serpiente.

Las Anacondas

La anaconda es la serpiente más grande del mundo y su nombre científico es el de “eunectes murinus”.
Su diámetro ronda los 30 centímetros y pesa aproximadamente 200 kilos.
Vive cerca de cursos fluviales y es una excelente nadadora. De hecho, es difícil encontrarla fuera del agua ya que pasa la mayor parte de su tiempo sumergida, asomando únicamente la cabeza, ya que sus ojos y sus fosas nasales están en la parte superior de su cabeza.
Pueden permanecer hasta 10 minutos bajo el agua.
La anaconda no es una serpiente venenosa, es constrictora. Esto supone que mata a sus presas mediante la asfixia, enroscándolas con su cuerpo y no dejando que respiren, hasta que mueren, o sumergiéndolas en el agua hasta que se ahogan.

Las Boas


Las Boas son serpientes que pertenecen a una familia tropical de serpientes no venenosas. Se trata de animales fuertes y de gran tamaño, normalmente unos 5 o 6 metros, aunque a veces ha llegado a medir incluso 10 metros.
Su lugar habitual son las zonas húmedas de los bosques. Alguna es acuática, como es el caso de la anaconda.
Por norma general, son animales de hábitos nocturnos y todas matan a sus presas ahogándolas al enrollarse alrededor.
Las boas se clasifican en dos familias, los pitones y las boinae. Ambas pertenecen al grupo de las henophidias.
La serpiente boa no tiene colmillos y no es venenosa. Además, no suele atacar al hombre. Su principal función en el ecosistema es reducir los roedores que afectan principalmente a la agricultura.